miércoles, 19 de febrero de 2020

La versatilidad del pescado blanco en la cocina

El pescado blanco se denomina así por el color pálido de su carne, la cual presenta un aspecto brillante, motivado por la escasa cantidad de grasa que tiene (por debajo del 2 %). El tono blanquecino de la carne se debe a la baja proporción de mioglobina, a diferencia de los pescados azules.
La versatilidad del pescado blanco en la cocina
Por lo general, el pescado blanco habita en los fondos marinos. Su consumo es recomendado por su bajo contenido graso y su fácil digestión. Cocidos en agua o al vapor son buenas ideas a la hora de prepararlos, aunque hacerlos fritos también es una opción interesante y sabrosa.
De aromas y sabores característicos, una de las principales virtudes de los pescados blancos es su digestibilidad. Además, pescados como la merluza, el bacalao o la lubina, entre otros, admiten un gran número de propuestas culinarias.

Los pescados blancos más empleados en gastronomía

La versatilidad del pescado blanco en la cocina

Merluza

Gracias a la amplia diversidad de especies y las múltiples preparaciones gastronómicas a las que se presta, la merluza constituye uno de los pescados más presentes en la mesa. Su carne es blanca y firme y se puede comercializar fresca, congelada, desecada o salada. Además de freírla o servirla a la plancha, se pude hervir y cabe la posibilidad de condimentarla con salsas. Es también ideal para añadir a sopas y estofados.
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Bacalao

El bacalao es también uno de los pescados más usados en la cocina española. Su carne se caracteriza por ser delicada y sabrosa y se deshace en laminas con facilidad. En el mercado, se puede encontrar fresco, ahumado, congelado y en salazón. Dado que se deshace fácilmente, se emplea con frecuencia para elaborar croquetas, empanadas, tortillas, revueltos, etc. Algunas de las recetas más populares en España son el el bacalao a la vizcaína y al pil-pil.
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Lubina

Con amplia presencia en al océano Atlántico y mar Mediterráneo, la lubina se caracteriza por su delicado sabor y poseer una interesante composición nutricional. Su valor gastronómico radica en la gran variedad de preparaciones que ofrece en la cocina. Se puede adquirir fresca, congelada y en piezas enteras, rodajas o filetes.
La técnica de cocción, por excelencia, de la lubina es al horno, puesto que es como mejor se potencia y se concentra el sabor de este delicioso pescado blanco. Además, al asarla o a la plancha, no pierde, prácticamente, nada de su valor nutricional.
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Mero

El mero pertenece a la familia de la lubina y también es un pescado blanco muy apreciado en la gastronomía. El mero puede prepararse asado, a la plancha o guisado. Por regla general, todas las elaboraciones culinarias, que, con frecuencia, se aplican al lenguado y a la merluza, sirven par el mero también. Su carne es blanca, consistente y de un marcado sabor yodado.
La versatilidad del pescado blanco en la cocina

Rodaballo

Por lo general, en las pescaderías se suele ofrecer fresco y entero, aunque, en función de su tamaño, se puede encontrar fileteado o en rodajas. Con muy pocas espinas, su carne es delicada y digestiva, por lo que también se recomienda para cuidar el sobrepeso, dada su poca grasa y alto contenido en vitaminas y minerales.
Lo cierto es que frito absorbe demasiado aceite. Es por ello que se recomienda otro tipo de preparación para aquellas personas que deseen seguir una dieta saludable. En este sentido, la mejor alternativa es cocinarlo al vapor y horno. Hay que tener especial cuidado en evitar una cocción en exceso, ya que pierde sabor y consistencia.
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Lenguado

El lenguado, en la dieta mediterránea, se consume fresco y entero. La época ideal para adquirirlo es en los meses de de invierno, hasta bien entrada la primavera. Debido a su forma característica, el lenguado tiene unas condiciones idóneas para prepararlo rebozado o la plancha.
El lenguado es uno de los pescados planos más estimados en el ámbito culinario, debido a su carne magra, suave y firme, así como por sus propiedades nutritivas. 
La versatilidad del pescado blanco en la cocina

Propiedades del pescado blanco

Es una gran fuente de nutrientes
Contiene proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales como fósforo, calcio, hierro y cobre.
Aporta aminoácidos esenciales
Este alto contenido en proteínas (entre 15% y 20%) es muy beneficioso por su aporte en aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente.
Favorece el crecimiento
Su gran contenido en fósforo, le hacen un alimento idóneo para los más pequeños, ya que favorece el crecimiento.
Combate la osteoporosis
Gracias a su aporte de calcio es un alimento perfecto para combatir la osteoporosis.
Ayuda a prevenir el hipotiroidismo
El pescado blanco aporta yodo por lo que previene el hipotiroidismo.
Fácil digestión
Es fácilmente digerible.
Refuerza el sistema inmunológico
Al ser una fuente de vitamina B12, ayuda a reducir la anemia y refuerza el sistema neurológico.
Previene enfermedades cardiovasculares
Previene enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
Propiedades anticancerígenas
Es un potente anticancerígeno.
Es ideal para dietas de adelgazamiento
Una ración mediana de pescado blanco de unos 110 gramos, aporta sólo 120 kcal. Además su bajo contenido en grasas (menos del 2%), lo convierten en el aliado perfecto contra los kilos

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